Women Justice
EXISTENCIA DE LOS TRASTORNOS EMOCIONALES EN LOS AGRESORES (FUTUROS FEMINICIDAS) Y EN LAS VÍCTIMAS
En el Perú, cada día se incrementa la tasa de feminicidio y uno de los factores que influye esta problemática es el trastorno emocional de los actores. Según Hernández y Morales (2019), lo fundamental acerca de su existencia es que están profundamente presentes en cada agresor, porque estos definen la manera como se comportan con su pareja, ya sea mediante la relación que conllevan o el apego que le tienen hacia ella. En base a esto, se muestra una posibilidad de violencia o agresión. Asimismo, según estudio realizado por Holtzworth-Munroe & Stuart (1994), estos hechos son causados por las experiencias en cada etapa de vida o delitos cometidos, los cuales generan tanto la impulsividad como gestos repulsivos hacia la mujer mediante la violencia de género.
SEVERIDAD DE LA VIOLENCIA, Y PRESENCIA DE PATOLOGÍAS Y DESÓRDENES DE PERSONALIDAD DEL AGRESOR
Estos mismos autores presentan 2 tipos principales de agresores: los violentos disfóricos/’Borderline’ y los violentos en general. El primer grupo evidencia agresiones sumamente rigurosas ya sean psicológicas, físicas y/o sexuales. Estos no sólo agreden a las mujeres, sino también a terceros. Ellos provienen de hogares disfuncionales, rechazados por sus padres. sufrieron de violencia constante y conflictos continuos. Todo ello les genera dificultad para socializar con otras personas y entablar amistades, al igual que mantener una relación amorosa con alguien. El temor de ser abandonados es la característica que destaca este tipo de agresores, porque manifiesta la inseguridad y la ansiedad al pensar sobre el fin de su relación y a consecuencia de ello, manipulan a su pareja mediante los celos. El segundo grupo contiene las mismas características que el anterior. Sin embargo, sus cualidades se consideran más extremistas, ya que su agresión es intensa y son sumamente belicosos. Asimismo, algunos de estos agresores suelen presentar antecedentes penales. Según Hernández y Morales (2019), en una encuesta realizada en las correccionales ‘Castro Castro’ y ‘Lurigancho’ a 344 prisioneros acusados de feminicidio y sus variantes. Se estima que el 73% de los reos presentan una violencia de baja intensidad (probabilidad mínima de ejercer violencia). Asimismo, el 23% exponen violencia de alta intensidad, es decir, los violentos ‘Borderline’. Por último, el resto, que es el 4%, representan los violentos en general.
TRASTORNOS POST-TRAUMÁTICOS DE LA VÍCTIMA A CONSECUENCIA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Asimismo, según McCaw y otros (2007), las mujeres que experimentaron violencia emocional, sin haber padecido de violencia física o sexual, son, mayormente, discriminadas. Esto les ocasiona límites en los ámbitos económico, político y cultural. También, afirma que quienes alguna vez sobrellevaron cualquier tipo de violencia, sufrían de estrés constante, así como pensamientos o tentativas suicidas. En cambio, la mayor tasa de las mujeres que son violentadas física o sexualmente presentan síntomas somáticos. Es decir, padecen de dolores o fatiga y dificultad para respirar a causa de la ansiedad. Asimismo, según Bonomi y otros (2006), ésta se incrementa cuando el patrón de impacto es frecuente. Un caso frecuente puede ser el incidente de violencia que sufrió Daniella Villoda, quien fue agredida de manera física y psicológica por su pareja, Jimis Cerrón, en una cevichería. Este sujeto la insultaba, le arrojaba objetos de la mesa y la empujó contra el piso. El dueño del restaurante lo detuvo y los comensales llamaron a la policía. La agraviada, pese a la violencia recibida, abandonó el lugar y no efectuó ninguna denuncia contra este sujeto. (Programa Panamericana, 2019)
En conclusión, los agresores tienen un pasado el cual no pueden superar, ya que tienen traumas de la infancia, a causa de haber vivido en un hogar con una familia disfuncional y violenta. Por otro lado, las víctimas sufren de depresión y baja autoestima. Lo que, en efecto se vuelven dependientes y sumisas ante ellos. Por tales motivos, son incapaces de buscar ayuda y denunciarlos a las autoridades. Mi reflexión sería de que las mujeres debemos valorarnos, saber que somos capaces de desarrollarnos en cualquier ámbito laboral sin depender de otros. Cabe resaltar que, la violencia es un proceso que ocasiona el feminicidio, por eso debemos decir ‘NO’ al primer intento de agresión y evitar que los traumas de nuestra niñez, en caso de que los tengamos, influyan en nuestras decisiones. Asimismo, debemos reconocer si requerimos de alguna ayuda profesional inmediata. Una elige como vivir, al igual con quien compartir su vida.
Esta imagen fue extraída del diario 'El Comercio'. La cual explica el perfil de los feminicidas, agresores y violadores de mujeres.